La principal aplicación de la cavitación estética es la de reducir las zonas rebeldes o con tendencia a la acumulación de grasas como las cartucheras, celulitis y contorno.
Esto se consigue a través de la disolución transdémica de la grasa localizada mediante las ondas generadas por la máquina que pasarán al torrente sanguíneo y deben ser drenadas para que se expulsen al exterior.
Aprovecha su mejor potencia y ajuste inteligente para conseguir la mayor eficacia en cada sesión. Se activa solo cuando el contacto con la piel es la adecuada, eliminando posibles golpes eléctricos no deseados.
Cavitación de frecuencia ultrasónica estable que evita el molesto ruido y con filtros avanzados que elimina las frecuencias no deseadas e ineficaces.
Analiza la temperatura de la piel en cada momento para adaptar su potencia para prevenir posibles quemaduras durante el tratamiento. Lo convierte en el sistema mas seguro hasta el momento.
La cavitación ultrasónica, también conocida como ultracavitación, es uno de los métodos más extendidos para la eliminación de grasa localizada y celulitis, lipoescultura, no agresivo y sin recurrir a intervención quirurgica.
Es un tratamiento seguro que no conlleva riesgos para la salud.
Una de las ventajas de la cavitación frente a la lipoescultura tradicional es que también ejerce un beneficio extra favoreciendo la producción de colágeno y elastina, previniendo la celulitis y flacidez que se producen con la liposucción y no necesita cuidados post-tratamiento.
Hay que considerar que la cavitación sirve para tratar zonas de grasa localizada y no va a sustituir a una dieta y disminuir el peso en general o la falta de ejercicio. Para poder seguir cualquier tratamiento con cavitación se aconseja siempre, en casos de exceso de peso, adelgazar primero.
Después, en estos casos, la cavitación puede ser aplicada en zonas en las que haya acumulaciones de grasa difícil de eliminar por los métodos convencionales, como las llamadas cartucheras o los michelines en el abdomen.
La cavitación no es un método para adelgazar, sino más bien para modelar el cuerpo al conseguir rebajar el grosor de la grasa y reducir contornos.
Centros de investigación han conseguido protocolizar un tratamiento que realmente funciona si se aplica correctamente, con equipos que realmente sean cavitadores y sobre todo, si pones de tu parte siguiendo unas sencillas pautas alimenticias y de ligero ejercicio.
La cavitación va a lograr romper las moléculas grasas y expulsar su contenido al exterior, imagínate que pinchas un globo lleno de agua, ésta queda fuera y ahora toca eliminarla.
Tras la sesión se notará cómo la zona tratada está mas blanda debido que la cavitación el contenido de las moléculas de grasa ha salido fuera formando un estado de grasa semi-líquida.
Una vez rota la membrana de la molécula de grasa hay que deshacerse de ella metabolizandola de manera natural, evacuandola por la orina, heces, etc y mediante el sistema linfático.
Piensa que si tu cuerpo no consume la grasa puesta a su disposición, ésta volverá a su estado original. El ejercicio es aconsejable hacerlo después de la sesión, a más tardar durante los 2 días siguientes, bastando con un paseo de media hora a marcha ligera, siempre que notemos cierta sudoración.
Igualmente, si nuestra alimentación no la cuidamos, incorporaremos en nuestra sangre grasas que serán adsorbidas por moléculas semejantes a las que tanto tiempo y dinero nos ha costado destruir.
Consumir mucha agua, antes y después del tratamiento, mínimo 2 litros al día.
Realizar un drenaje linfático, ya sea con masaje natural, la presoterapia o plataforma vibratoria.
Usar un cosmético reductor (lipolítico) que ayudará a la eliminación de grasa.
Una parte de la grasa habrá que consumirla mediante ejercicio físico y una dieta saludable para evitar que nuevas grasas se reincorporen al cuerpo.
Piensa que si tu cuerpo no consume la grasa puesta a su disposición, ésta volverá a su estado original. El ejercicio es aconsejable hacerlo después de la sesión, a más tardar durante los 2 días siguientes, bastando con un paseo de media hora a marcha ligera, siempre que notemos cierta sudoración.
Igualmente, si nuestra alimentación no la cuidamos, incorporaremos en nuestra sangre grasas que serán adsorbidas por moléculas semejantes a las que tanto tiempo y dinero nos ha costado destruir.
Cuando la persona sufre alguna enfermedad avanzada (cáncer, diabetes crónica), problemas cardiovasculares, se encuentra en estado de gestación y lactancia, o con un excesivo cuadro de sobrepeso.
El cuerpo elimina la grasa en 72 horas, así que es mejor programar su próxima cita en 4 días.